El posicionamiento geoestratégico de Nicaragua ha conllevado que naciones con visión expansionista y explotadora intenten apoderarse del pequeño territorio en términos geográficos, pero inmenso en valentía y coraje para defender sus intereses nacionales en términos políticos, ideológicos, sociales y territoriales.
En este sentido, la tierra bendita y poseedora de inmensas riquezas humanas y otros recursos; ha dado a luz a grandes héroes como el eterno General de nicaragüenses libres, Augusto Nicolás Calderón Sandino o Sandino a como nos enorgullece llamarle a los nicaragüenses comprometidos con la defensa de nuestra soberanía, libertad, autodeterminación y dignidad.
Sandino se ubica en la cúspide de la historia de Nicaragua, además de sus hazañas heroicas, rebeldes y llenas de coraje ante las pretensiones de dominación externa y servilismo interno por acciones de los vende patria. Sus acciones permitieron evidenciar que no es necesario contar con los mayores arsenales o equipos bélicos, sino más bien, que la mayor arma es la disposición y entrega ante las mayores causas de una nación, como lo es el rotundo rechazo a cualquier intención de sometimiento en cualquiera de sus formas.
La lucha de Sandino es persistente, sistémica y de firmes convicciones, puesto que respondía a la continuidad del legado que otros héroes habían iniciado en pro de la defensa del país. Así, su lucha estaba enfocada en salvaguardar la soberanía que venía siendo agredida por las intervenciones militares de Estados Unidos desde tiempos posteriores a la independencia, específicamente a partir de la década 1850.
Por lo anterior, era inminentemente necesario salir en la defensa del territorio y la dignidad nacional para poder posicionarse como un país libre, que fuese visto en el escenario internacional como una nación independiente y no como una colonia o protectorado entre comillas del mayor invasor del continente americano.
El despertar de las convicciones antiimperialistas y libertadoras de Sandino tiene origen en el atroz acontecimiento de 1912, cuando en las calles de Niquinohomo, Masaya, marines yanquis exhibían el cadáver del General Benjamín Zeledón, otro de los grandes padres de la patria que fue martirizado por negarse a vivir bajo la ocupación estadounidense.
Sumado a lo anterior, la condición de vida de Sandino fue otro elemento significativo para el despertar de su conciencia revolucionaria, puesto que su entorno lo sumergió en un escenario de desigualdades, donde debido al sistema político existente, muchos sectores poblaciones carecían de oportunidades y eran excluidos. En este sentido, es pertinente mencionar una de sus expresiones, la cual dice «mi mayor honra es surgir del seno de los oprimidos, que son el alma y el nervio de la raza».
La visión revolucionaria-nacionalista de Sandino estaba dirigida a la transformación del contexto en el que se encontraba Nicaragua, mismo cambio debía darse en aspectos políticos, sociales, económicos y culturales. De tal manera, que por medio de la lucha se lograra una nueva forma de conducción, donde las acciones ejecutadas tuvieran como fin el bienestar de todos los sectores que integraban la sociedad nicaragüense.
Según Bendaña (1995) Sandino nunca ocultó su convicción antiimperialista ni su fe en el papel protagónico de la clase trabajadora. Su visión es nacional, pero a partir de los intereses y necesidades de la clase popular, de la mayoría del país.
Sin duda, en Sandino radica la verdadera fe y esperanza en el pueblo; con su despertar fue capaz de generar una verdadera Revolución que garantizó mejores condiciones de vida para la mayoría, mayoría que es el pueblo mismo. Desde la concepción sandinista emana el compromiso más amplio por defender la libertad, soberanía y dignidad, puesto que solamente por medio estos principios es posible concretar el bien mayor o lo que se entiende como el bienestar colectivo.
La incansable lucha y resistencia del General Sandino y el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional posicionó a Nicaragua en el escenario internacional, es a partir de sus hazañas que el país figura como un férreo defensor de su soberanía. Por consiguiente, Sandino se convirtió en un referente de libertad no solo en el plano nacional, sino que regional y mundial, de tal modo, que es considerado por distintos sectores como el precursor de las guerrillas latinoamericanas.
En consecuencia, nosotros como nicaragüenses, comprometidos con nuestra libertad y autodeterminación, debemos sentirnos llenos de gloria y orgullo de ser hijos del Gran Sandino. A la vez, desde nuestra cotidianidad debemos mantenernos firmes, convencidos y dispuestos a defender nuestros intereses nacionales desde los diferentes espacios y mediante diversas acciones, ello con el fin de mantener vivo la mayor herencia que nos dejó el vencedor del imperio invasor estadounidense.
Al General Sandino, desde su visión lo podemos definir como un revalorizador de nuestras raíces ancestrales, un integracionista e internacionalista; primero, por sus ideales de lucha, recalcó la importancia de los pueblos originarios y su gran aporte al desarrollo de las sociedades latinoamericanas. Segundo, nuestro héroe nicaragüense enfatizó la necesaria creación de un bloque formado por los países latinoamericanos, mismo bloque debía abrazar ideales políticos, económicos, sociales y militares para hacer frente a las constantes amenazas y asedios por parte de estados injerencistas, como los Estados Unidos. Por último, la lucha de nuestro mayor defensor de la soberanía nacional motivó a otros hermanos latinoamericanos, quienes se unieron a la causa de liberación y expulsión del invasor.
En la entrevista que el General Sandino concede a José Román en 1933 reconoce que varios latinoamericanos formaron parte de su ejército en un grupo denominado «La Legión Latinoamericana» y destaca entre ellos a Agustín Farabundo Martí (salvadoreño), José de Paredes (mexicano), Manuel Girón Ruano (guatemalteco), Carlos Aponte (venezolano), Gregorio Gilbert (dominicano) y Alfonso Alexander y Rubén Ardila (colombianos). (Galicia, 2022, pág. 7).
La visión libertadora de Sandino es puesta en práctica por grandes líderes de gran referencia como Fidel, Chávez y otros que de manera prologada y persistente han estado al frente de sus pueblos para defenderlos de las pretensiones imperialistas.
La lucha del General Sandino fijó las pautas para una nueva Nicaragua, donde la utopía se volvió realidad y la convicción por defender el país está presente en cada habitante que se define como un verdadero nicaragüense, mismo que debe estar dispuesto a ofrendar y entregar su vida por la libertad propia y la de los suyos.
En este sentido, después del paso a la inmortalidad del guerrillero, muchos han sido los que han seguido su lucha, destacándose: Rigoberto López Pérez, Carlos Fonseca Amador, Tomás Borge Martínez, Silvio Mayorga, Julio Buitrago, Arlen Siu, Doris Tijerino, Daniel Ortega Saavedra y otros, así como los que desde el anonimato fueron y siguen siendo de gran relevancia en la defensa y liberación del país en todos los ámbitos; todos ellos, son el eslabón entre Sandino y la Revolución Popular Sandinista.
A 129 años del natalicio del General Sandino, debemos mantener viva la llama libertaria heredada por nuestro Héroe de nicaragüenses libres. Asimismo, no debemos olvidar que las pretensiones de dominación, injerencia y expropiación de las riquezas siguen siendo las mismas y ejecutadas por el mismo enemigo que expulsó nuestro Gran Sandino. Debemos mantenernos siempre en pie de lucha y no dar lugar a la más mínima acción de traición a la patria y ser exageradamente radicales en la eliminación de esta.
Por último, nuestra consigna diaria deber ser la que nos dejó Sandino: «la Soberanía no se discute, se defiende con las armas en la mano», sí como «Patria Libre o Morir».
Referencias
Bendaña, A. (1995). Sandino: una luz, una brújula, un desafío. Envío. Obtenido de https://www.revistaenvio.org/articulo/131
Galicia, A. (2022). De la red antiimperialista de solidaridad con Sandino a la solidaridad latinoamericana con el FSLN. América Latina Hoy, 1-18.
Elaborador por: Javier Marenco,
Dirección Ejecutiva, CNU.