Históricamente, las mujeres han enfrentado barreras para acceder a la educación y han luchado por este derecho, y Nicaragua en su proceso histórico no ha sido excepción, es por ello, que se hace mención de la participación de la mujer en la epopeya histórica de la Cruzada Nacional de Alfabetización «Héroes y Mártires por la Liberación de Nicaragua» (CNA), efectuada de marzo a agosto de 1980.
Este escrito enmarca el 44 aniversario de la Cruzada Nacional de Alfabetización y la conmemoración al Día Internacional de la Mujer, con el propósito de visibilizar, valorar el involucramiento y participación de la mujer nicaragüense en la CNA, como un elemento de transformación histórica, social y cultural.
Desde el 23 de marzo de 1980, Nicaragua incorpora en su Historia Nacional la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización que movilizó de manera considerable a miles de voluntarios, en su mayoría jóvenes organizados en el Ejército Popular de Alfabetizadores (EPA), gran parte de ellos fueron mujeres.
El propósito fue enseñar a leer y escribir a los nicaragüenses del campo y la ciudad (hombres, mujeres, jóvenes y adultos), quienes por herencia del gobierno Somocista habían estado privados del acceso a servicios básicos, entre ellos la educación y otros derechos fundamentales.
La Cruzada Nacional de Alfabetización se basó en una pedagogía de educación popular
En la Cruzada Nacional de Alfabetización, además de enseñar a leer y escribir, se fomentó la conciencia crítica y el empoderamiento de sus participantes. Se propiciaron diversos temas como: Historia de Nicaragua, patrimonio nacional, derechos humanos, medioambiente, igualdad de género y participación ciudadana.
En este contexto de los años 80, Nicaragua se encontraba con una economía dependiente del mercado mundial capitalista; paralizada por la guerra y un Estado por construir, debido a la desarticulación del principal aparato somocista «la Guardia Nacional», por su permanencia en el poder. En fin, el pueblo sufría todas las consecuencias sociales de siglos (XV al XX) que antecedieron al actual.
A esto, se añade la destrucción, por causa de la guerra Contrarrevolucionaria de importantes centros de producción, viviendas y edificios públicos; el mal estado de los pocos centros educativos y hospitalarios del país, la falta de medios de comunicación y la deficiencia del sistema de transporte que mantenía a cruciales sectores de la población totalmente aislados unos de otros; así como, la falta de financiamiento estatal debido al saqueo somocista.
En términos educativos, únicamente el 18% de la juventud tenía acceso escolar, mientras que el 82% de los jóvenes entre 13 y 18 años no tenían oportunidad de alcanzar estudios formales. Por otra parte, el Gobierno Sandinista recibió un déficit de 280.000 viviendas; se enfrentó a una carencia de 4.700 médicos y un déficit estimado de 5.000 maestros de educación primaria.
Por ello, la CNA, más que una iniciativa, fue un compromiso patriótico y revolucionario inspirado en el mandato de uno de los fundadores del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) Carlos Fonseca Amador, cuando dijo a quienes instruían en prácticas guerrilleras a campesinos del norte nicaragüense «… Y también enséñenles a leer», simbolizó la voluntad del pueblo nicaragüense por superar la opresión y luchar por el desarrollo y avance en el país.
En el marco de esta necesidad y del vigor por el triunfo de la Revolución Popular Sandinista, erigen sus principios ideológicos y el objetivo de transformar la sociedad nicaragüense y establecer las bases para su desarrollo.
No se puede obviar, la educación con pertinencia sociocultural, dado que durante la campaña se diseñaron materiales educativos específicos para adultos analfabetos, adaptados a la cultura y entorno de las comunidades. Entre ellos incluían libros, carteles, y otros recursos visuales que facilitaban el aprendizaje de la lectura y escritura. Lo que permitió garantizar que el proceso de alfabetización fuera relevante y efectivo, ya que se amoldó a la realidad cotidiana, compromisos y jornadas laborales de las familias y comunidades quienes además ganaron el fortalecimiento de su identidad comunitaria.
Por consiguiente, se inician los preparativos de logística, conformándose el Ejército Popular de Alfabetizadores (EPA), después, estaban desplazándose 95,582 estudiantes, maestros, trabajadores de la salud, asesores técnicos, conductores, oficinistas y amas de casa, a cada rincón del territorio nacional; con el fin de responder a la problemática de la alta tasa de analfabetismo. Esto formó parte de los esfuerzos y estrategias del gobierno Revolucionario, hasta concluir el 23 de agosto de 1980.
La alfabetización en idioma inglés, miskito y mayagna, comenzó el 30 de septiembre de 1980, con el objetivo de alfabetizar 16,500 nicaragüenses en la Región de la Costa Caribe. Esto contribuyó a que la «Alfabetización Bilingüe e Intercultural» fortaleciera la identidad cultural de las comunidades indígenas y afrodescendientes en Nicaragua, al reconocer y valorar sus idiomas y culturas, como un mecanismo para preservar y promover la diversidad cultural del país.
Esta epopeya propició la difusión de los valores revolucionarios y la construcción de una conciencia política entre los alfabetizadores y los alfabetizados; en el camino de tan gran hazaña cayeron 59 compañeros alfabetizadores.
Los resultados de la CNA en Nicaragua recibieron reconocimiento a nivel internacional. Organismos como la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) elogiaron los esfuerzos del país en la lucha contra el analfabetismo y destacaron el enfoque participativo y comunitario del programa, otorgándole dos medallas Nadezhda Krúpskaya y la distinción Memorias del Mundo 1981 y 2007, respectivamente, por su carácter masivo, unitario y participativo.
Mujeres protagonistas en el contexto de la CNA
Destacar el papel de la mujer en la Gran Cruzada Nacional de Alfabetización, es ahondar en los orígenes de mujeres protagonistas, que formaron parte de este proceso, y surgían del seno de nuestra clase obrera, trabajadora y oprimida que soñaba por una Nicaragua con mayores oportunidades para ella y sus familias.
Las alfabetizadoras, además de transmitir habilidades básicas de lectura y escritura, paralelamente, vivenciaron lecciones de vida, una práctica de retroalimentación cultural. Es decir: —no sólo fueron a transmitir el pan del saber— sino que, aprendieron de las familias del campo.
Incluso, formaron parte de las comisiones organizadoras en diferentes territorios. Llevaron consigo cartillas y mochilas llenas de tizas, listas para alfabetizar a sus comunidades.
Las mujeres de las ciudades, al enseñar a la población rural, descubrieron la otra mitad del país. Se enfrentaron a las secuelas de la pobreza y el abandono dejadas por décadas de dictadura. Esta experiencia vital les permitió comprender la realidad de Nicaragua desde una perspectiva más amplia. Propiciando su anhelo por ayudar a empoderar a las familias y las comunidades, especialmente a otras mujeres, brindándoles la herramienta del conocimiento.
La Cruzada Nacional de Alfabetización empoderó a las mujeres, no solo forman parte de los resultados significativos en la reducción del analfabetismo, sino además en el fortalecimiento de la autoestima y la autonomía de las mujeres, así como, en la promoción de la igualdad de género en el ámbito educativo, laboral y en todas las esferas de la vida social.
Mujeres en la memoria histórica de la Cruzada Nacional de Alfabetización
Las mujeres que alfabetizaron, sus testimonios y experiencias han demostrado el impacto positivo que han tenido en la vida y en las comunidades. Según López (2018), muchas de estas mujeres han encontrado en la alfabetización una herramienta para romper con los estereotipos de género y promover la participación de las mujeres en la sociedad.
A partir del 2007, con el segundo triunfo de la Revolución, el FSLN retoma dar continuidad a su compromiso primordial en la restitución de los derechos y la equidad de género; contemplados en el Plan Nacional de Lucha contra la Pobreza y para el Desarrollo Humano 2022-2026. Posicionando desde cada uno de los espacios a la mujer nicaragüense, a la que hoy podemos visualizar desde diferentes facetas, asumiendo compromisos en el desempeño profesional; como lideresas; empresarias; autoridades municipales, regionales y nacionales; mujeres científicas e investigadoras.
En la actualidad, muchas de las mujeres alfabetizadas se han convertido en líderes comunitarias y han visto la oportunidad en sus habilidades para promover la educación en sus comunidades. Según Rodríguez (2019):
Estas mujeres han creado programas de alfabetización para otras y han trabajado para erradicar la discriminación de género en el ámbito educativo.
Se ha establecido el Programa de Educación de Jóvenes y Adultos a través del Ministerio de Educación (MINED), que se enfoca en brindar oportunidades educativas a aquellos que no pudieron completar su educación básica durante su infancia y adolescencia, sin hacer distinción de sexo. Este programa a la fecha permite a los adultos obtener certificados de primaria y secundaria.
Se implementa el Programa Emblemático de Universidad en el Campo, que facilita a hombres, mujeres, jóvenes y adultos; acceso a la Educación Superior y de Calidad, desde sus contextos, donde en su mayoría quienes lo incorporan son mujeres con el anhelo de prepararse y continuar aportando al desarrollo de Nicaragua, en condiciones de equidad y restitución de derechos.
En la actualidad, la CNA sigue siendo un hito histórico que influye positivamente en la sociedad nicaragüense, da muestra que la educación es el pilar fundamental para el progreso y la transformación de una nación, ya que tuvo un impacto inmediato en la población y a la vez sentó las bases para el desarrollo social y económico a largo plazo.
Al alfabetizar a miles de ciudadanos, se abrió la puerta a oportunidades educativas y laborales que antes les eran inaccesibles. Esta oportunidad les permitió participar activamente en la sociedad, contribuyendo al progreso económico del país, lo que generó un impacto social significativo al romper con patrones de desigualdad de género y promover una mayor participación en la toma de decisiones dentro de las familias y las comunidades.
Además, permitió destacar la importancia de dirigir esfuerzos específicos hacia las zonas rurales, aportando a la lucha por la reducción de la pobreza y la exclusión social, promoviendo la educación, la igualdad de oportunidades y el desarrollo sostenible. Se fomentó además la participación cívica y política de las comunidades, lo que da paso a nuevas posibilidades para el crecimiento económico y el desarrollo humano. En la Nicaragua de hoy, los frutos de esta gran campaña se ven reflejados en la conciencia ciudadana, el empoderamiento de las mujeres, y la búsqueda colectiva del bien común.
La cruzada implicó un aprendizaje de ida y regreso, los brigadistas aprendieron otros valores y principios que les enseñaron a valorar las cosas que antes consideraban de poca importancia.
En conclusión, la participación de las mujeres en la Campaña Nacional de Alfabetización ha significado un proceso clave para promover la igualdad de género y el empoderamiento. Es necesario seguir promoviendo programas de alfabetización inclusivos que permitan a las mujeres acceder a oportunidades educativas y mejorar su calidad de vida.
La participación de las mujeres en la Cruzada Nacional de Alfabetización fue esencial para su éxito. Su dedicación y compromiso marcó una huella imborrable en la historia de Nicaragua y demostraron el poder transformador de la educación, logrando reducir la brecha de analfabetismo a nivel nacional significativamente.
Bibliografía
PROGRAMA HISTÓRICO DEL FSLN (Consulta:09/20/06) Fuente:http://www.fsln-nicaragua.com/documentos/historico/index.html
MINISTERIO DE EDUCACIÓN. (2008) Educación Primer año de la Revolución Popular Sandinista. República de Nicaragua. Gobierno de Reconstrucción Nacional.
Ministerio de Educación, Managua, Nicaragua Libre, MINISTERIO DE EDUCACIÓN.( 1988)¡Vencimos! Nicaragua: Cruzada Nacional de Alfabetización Tomo I Managua, Nicaragua Libre.
(1) Mujeres que alfabetizaron cargaron mochila llena de tizas. https://radiovos.org/noticias/12954-alfabetizacion-mujeres-nicaragua-historia/.
(2) La Cruzada Nacional de Alfabetización – Memory of the World – UNESCO. https://www.unesco.org/es/memory-world/national-literacy-crusade.
López, A. (2018). La participación de las mujeres en programas de alfabetización en Nicaragua. Revista Internacional de Educación, 12(1), 78-92.
Rodríguez, C. (2019). Mujeres alfabetizadas: agentes de cambio en Nicaragua. Revista de Estudios de Género, 15(2), 67-82.
Elaborado por: Equipo de la Dirección General de Gestión del Conocimiento