La historia de la educación en Nicaragua recoge acontecimientos de personajes y contextos con grandes aportes al acto pedagógico y, sobre todo, de entrega sin límites al ejercicio educativo en diferentes generaciones con las que les ha correspondido vivir. Enmanuel Mongalo y Rubio, fue un educador que luchó por la defensa de la soberanía y una educación gratuita en la segunda mitad del siglo XIX.
Nicaragua ha tenido muchos hijos que la aman, héroes valiosos en todos los sentidos, ciudadanos con patriotismo arraigado, e ideal de soberanía bien puesta como sombrero y guía que apunta hacia un sol de victoria, la victoria de ver y hacer a nuestro pueblo libre. Así lo demostró Enmanuel Mongalo y Rubio en aquella primera batalla de Rivas, el 29 de junio de 1855 contra los democráticos de Castellón y los filibusteros de William Walker en la Guerra Nacional (1855-185), cuando se enfrentó a los bandos legitimistas y democráticos.
Enmanuel Jeremías Mongalo y Rubio fue un héroe que marcó un hito en la historia nacional. Nació en Rivas el 21 de junio de 1834. Sus padres, Bruno Mongalo y Francisca Rubio, fueron honestos y bien acreditados miembros de la sociedad rivense. La infancia y juventud de Mongalo se deslizan en la paz de la ciudad natal, pero su despierta inteligencia le impulsan hacia más amplios horizontes.
Enmanuel Mongalo y Rubio: educador
La docencia, así como todo trabajo socioeducativo, es exigente, en cualquier nivel educativo. Nos referimos a que siempre habrá una visión y una misión por cumplir, que surgen desde la profundidad de una inmensa vocación. Esta implica, en primera instancia, un sentir de autoexigencia y actuar con compromiso político-social coherente.
El profundo espíritu patriótico de Enmanuel Mongalo y Rubio comprende, sin duda, la urgente necesidad de cultivar la mente de los niños nicaragüenses; por ellos escoge la abnegada carrera de magisterio para servir de mejor manera a la patria. Su sueño era poder educar a niños y niñas de todas las comunidades, porque, entonces, existía un sistema de aprendizaje limitado en nuestro país, ya que la virtud y el derecho de crecer en conocimiento no era una prioridad para quien gobernaba.
En el Decreto No. 116-2007 aprobado el 18 de diciembre de 2007, el presidente de la República de Nicaragua, Comandante Daniel Ortega Saavedra declaró el “Día Nacional de la Educación”, que se establece “en reconocimiento y conmemoración de que el once de enero del año dos mil siete, la Educación Básica y Media fue declarada gratuita y obligatoria” (Decreto No. 116-2007, Declaración del Día Nacional de la Educación, Artículo 1).
Al respecto, la vicepresidenta de la República de Nicaragua, compañera Rosario Murillo mencionó:
El 11 de enero de cada año se celebra el Día Nacional de la Gratuidad, de la recuperación de la Gratuidad de la Educación. Desde la Comunidad Educativa, en todo el País, celebra esas Victorias que son Triunfos de la Paz, que son Triunfos del Derecho de las Familias nicaragüenses a vivir con Bienestar: La Educación como Derecho Humano Esencial que aquí, no sólo cumplimos, sino que estamos en todo momento ampliando, y elevando la Calidad, que eso es también cumplir. ¡Y cumplir bien! (Compañera Rosario Murillo, 11 de enero de 2023).
La Revolución Popular Sandinista fortaleció los derechos soberanos de Nicaragua y los derechos plenos del pueblo, incluido el derecho a la educación gratuita y de calidad para todos los subsistemas educativos a nivel nacional; los derechos de los maestros a la dignificación de su profesión y a sus aportes al desarrollo humano y nacional.
El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional (GRUN), ha restituido los derechos a todos los sectores sociales del país. Los logros alcanzados en educación en los últimos años, en términos de mejora salarial, convenio colectivo, formación, capacitación y actualización docente, así como mejora en las infraestructuras de los centros educativos, básicos y superiores, han apuntado a la dignificación del trabajo docente como agente fundamental en el proceso de transformación social y cultural. No hay duda de que el camino es largo para llegar a la excelencia; no obstante, parafraseando un estribillo de una canción popular, “estamos haciendo camino al andar” y como decía el maestro universitario, histórico dirigente del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Ricardo Morales Avilés, “después del primer paso, no pararemos de andar jamás”.
Los maestros de Nicaragua deben seguir defendiendo el modelo de desarrollo humano y soberano que asegura el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional (GRUN). Esto implica defender la soberanía, la paz y el progreso permanente, honrando el legado que nos dejó Enmanuel Mongalo y Rubio enseñar con amor, vocación, calidad y calidez, mediante la formación de estudiantes que aman la patria.
Enmanuel Mongalo: patriota revolucionario
Agotados los estudios que podían ofrecerles los colegios de su departamento y llevado del ansia de emigrar, Enmanuel Mongalo y Rubio se embarca hacia los Estados Unidos. Por ese entonces, el Istmo de Rivas estaba animado por el ir y venir de norteamericanos y europeos que de las costas del Atlántico se trasladaban a California, y Mongalo se sintió también atraído y se marchó a San Francisco.
Sin embargo, San Francisco, urbe en formación, poblada de toda laya de gente, centro de vicio y de violencia, no podía retener el espíritu delicado y más bien soñador inclinado a la sana actividad. Pronto regresa Mongalo a Nicaragua. En Rivas se dedica al estudio, la enseñanza y a escribir textos.
En esta quieta labor civilizadora, le sorprende la llegada de los contingentes filibusteros. Han desembarcado en Bahía de Gigantes y amenazan Rivas. Él, que ha huido de California de donde vienen, los conoce muy bien. Son violentos mineros, ágiles jinetes y expertos rifleros y grandes bebedores. Él ha conversado con sus coterráneos de aquella gente y ante su llegada súbita da la voz de alarma y alerta. Pinta a lo vivo sus costumbres, sus caracteres de aventureros, despreciadores de indios y mestizos, e infunde entre sus conciudadanos la voluntad firme de resistir hasta la muerte antes de pasar al dominio de tan despiadados conquistadores (Guido Martínez et al 2021).
En el período de 1854-1857 se desarrolló la Guerra Nacional, inicialmente caracterizada por el enfrentamiento entre grupos localistas democráticos y legitimistas, y después con la participación de fuerzas extranjeras. La guerra civil dio paso a la Guerra Nacional antifilibustera, cuando los democráticos para alcanzar la victoria contrataron los servicios de fuerzas filibusteras.
Urge una decisión pronta y enérgica para evitar la carnicería que hacen desde la improvisada fortaleza. Los jefes de las tropas nicaragüenses deciden incendiar el edificio, arriesgadísima tarea que solo puede ser llevada a cabo por voluntarios heroicos. El momento es angustioso, impresionante y grave. Entonces Enmanuel Mongalo se presenta. El joven soñador, el joven maestro de escuela desafiará al destino (Guido Martínez et al 2021).
La Constitución Política de la República de Nicaragua en su artículo 1, establece los principios que definen la defensa de la soberanía e integridad de la nación, al señalar:
La independencia, la soberanía y la autodeterminación nacional, son derechos irrenunciables del pueblo y fundamentos de la nación nicaragüense. Toda injerencia extranjera en los asuntos internos de Nicaragua o cualquier intento de menoscabar esos derechos, atenta contra la vida del pueblo. Es deber de todos los nicaragüenses preservar y defender estos derechos (1986)
Enmanuel marchó paso a paso, erguido, firme, con la tranquilidad de un espíritu recto, lleno de los sentimientos que anidan en los corazones hidalgos a incendiar el refugio de los filibusteros. Y allí la lumbre se convirtió en llamaradas que se enroscaron en el hoy histórico Mesón y lo hacían quejarse, gemir, crespitar. El fuego escribía con caracteres infernales en el techo que cobijaba a los bucaneros y les decía con lengua enfurecida y les gritaba con voz de patriotismo que —Nicaragua no teme, mientras tenga a sus hijos que la defiendan (Guido Martínez et al 2021).
La gesta del héroe nacional, Enmanuel Mongalo y Rubio (1834-1872), quien en su calidad de miembro de las fuerzas “Legitimistas”, se destacaría en una acción militar contra las tropas de William Walker y las fuerzas “Democráticas”, que los asediaban en Rivas el 29 de junio de 1855. El éxito de la acción del joven Mongalo y Rubio, que culminó con la huida de los mercenarios norteamericanos y grupos nacionales que los acompañaban, fue documentada por los jefes militares de la época (Ejército de Nicaragua, Revista Defensa Nacional, 2019).
El maestro Enmanuel Mongalo y Rubio es un revolucionario y patriota de corazón, al defender con valentía la soberanía de nuestro país, participando de forma voluntaria en la Guerra Nacional donde se resiste a los interventores en la conocida Primera Batalla de Rivas
La victoria llenó de regocijo y los buscaron a los dos (Enmanuel Mongalo y Rubio yFelipe Nery Fajardo) para pagar la recompensa, pero el maestro Mongalo expresó: —Lo hice por la Patria, no por el dinero.
Enmanuel murió el 1 de febrero de 1872 y sus restos reposaron durante muchos años en la Iglesia La Merced de Granada, habiendo sido exhumados y trasladados simbólicamente a la ciudad de Rivas el 29 de junio de 1970, porque la tumba contenía únicamente sus cenizas, las cuales fueron colocadas al pie de un monumento erigido en su memoria, en la calle Mongalo.
El Héroe Nacional, subteniente cívico y maestro Enmanuel Jeremías Mongalo y Rubio, de gran vocación magisterial, de altos principios y valores morales, éticos, cívicos, patrióticos e intelectual de excelencia, con su acción heroica nos legó su ejemplo de nacionalismo, honor, lealtad, nobleza, justicia y un profundo amor a la libertad. Patriota de firme decisión, capaz de dar la vida en defensa de la Patria (Ejército de Nicaragua, Revista Defensa Nacional, 2019)
En honor y reconocimiento a su heroica participación en la histórica “primera Batalla de Rivas” fue declarado “Héroe Nacional” por la Junta de Gobierno de ReconstrucciónNacional de la República de Nicaragua, el 20 de octubre del año 1982, mediante el DecretoEjecutivo Nº 1123, publicado en La Gaceta, Diario Oficial Nº 251 del 27 de octubre de 1982.
La gesta heroica y el legado del maestro Enmanuel Jeremías Mongalo y Rubio nos heredó al pueblo nicaragüense la conciencia patriótica, desde aquellas batallas para derrotar al instrumento político de los agresores yanquis en Nicaragua. Tanto ayer como hoy nos enfrentamos a los mismos filibusteros, que pretenden someternos como pueblo y como nación. Pero, hoy día permanece un pueblo que defiende sus derechos soberanos, miles de maestros que siguen el ejemplo de Enmanuel Mongalo, en defensa de nuestros derechos para construir nuestro propio destino de manera libre y soberana.
—¡Vivan los maestros nicaragüenses!
—¡Vivan!
—¡Viva la Patria!
—¡Viva!
—¡Viva la Paz!
—¡Viva!
Listado de referencias
Arellano, J. E. (1998). Héroes sin fusil. Hispamer.
Guido Martínez, C. et al (2020). Enmanuel Jeremías Mongalo y Rubio, a 187 años de su natalicio. Biblioteca Digital No. 135 (2da. Edición Digital)
Pérez, J. (1993). Obras históricas completas. Fondo de Promoción Cultural-BANIC
Van de Velde, H. (2022). SER maestra/o, SER docente. Revista semanario e idea. No. 98. pp. 11-15.
Decreto Ejecutivo N°. 116-2007/2007, 18 de diciembre. Declaración del día Nacional de la Educación. Publicado en La Gaceta, Diario Oficial N°. 1 del 02 de enero de 2008.
Constitución Política de la República de Nicaragua, aprobada el 19 de noviembre de 1986 Publicada en La Gaceta, Diario Oficial N°. 05 del 09 de enero de 1987
Ejército de Nicaragua, Revista Defensa Nacional, n.51, abril-junio 2011, pp.64-66 y Publicado por Iris Varela | Jun 29, 2019.
Canal 4 de Nicaragua (11 enero 2023). Compañera Rosario Murillo: celebramos la recuperación de la gratuidad de la educación. https://www.canal4.com.ni/companera-rosario-murillo-11-celebramos-recuperacion-gratuidad-educacion/
Por MSc. Carlos Manuel Herrera Oporta
Editor
Dirección de Revista Índice Nicaragua
Consejo Nacional de Universidades-CNU